Durante cinco días consecutivos, el Instituto Beninson dictó el curso «ABC de la Energía Nuclear» dirigido al personal de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). En estas sesiones, los participantes pudieron conocer los fundamentos de la física que sustenta la energía nuclear y explorar las diversas aplicaciones y actividades derivadas de esta tecnología. 

El auditorio del Instituto Dan Beninson, situado en el Centro Atómico Ezeiza, fue el escenario de este evento que convocó a más de 20 personas provenientes de diferentes sedes, incluyendo la Sede Central, el Centro Atómico Constituyentes y Ezeiza. 

Estas capacitaciones tienen como objetivo familiarizar a los trabajadores con conceptos y teorías generales relacionadas con la tecnología nuclear, para luego profundizar en sus múltiples aplicaciones en campos como la medicina, la industria, la generación de energía nucleoeléctrica y el ciclo de combustible, entre otros. 

Cada encuentro estuvo a cargo de docentes del Instituto Beninson, quienes además ejercen en instalaciones y laboratorios de la CNEA o en otras instituciones del ámbito nuclear argentino. 

Esta actividad, que se lleva a cabo desde 2008, busca no solo proporcionar conocimientos a los trabajadores recién incorporados a la CNEA, sino también familiarizarlos con el vocabulario, la teoría y las prácticas propias de la tecnología nuclear empleada por la CNEA. 

El curso «ABC de la Energía Nuclear» se dicta de manera presencial, con un diseño pedagógico que combina herramientas digitales para lograr un aprendizaje significativo. 

En esta edición, la convocatoria atrajo personal técnico y administrativo no directamente relacionado con la energía nuclear. Tras los cinco encuentros, los participantes realizaron una actividad final orientada a integrar los conocimientos adquiridos durante el curso para obtener la certificación correspondiente. 

Los responsables de esta actividad destacan la sorpresa que expresan los asistentes al descubrir algunas de las aplicaciones desarrolladas en Argentina, así como el enriquecimiento de los conocimientos previos de algunos participantes. «Esto nos llena de satisfacción», comenta una de las organizadoras, ya que el curso permite tomar dimensión del rol protagónico a nivel local e internacional que tiene la Institución en la que se desempeñan. 

Muchos de los participantes comparten su agradecimiento al concluir el curso, citando palabras como las de Marie Curie: «Nada en la vida debe ser temido, solo entendido», subrayando la seguridad que les brindó el conocimiento sobre radiaciones, fuentes naturales y medidas de seguridad ocupacional aplicadas en este ámbito. 

Al describir su experiencia, algunos participantes destacan el cambio positivo en su perspectiva sobre la energía nuclear y la revelación de aspectos desconocidos previamente. Asimismo, elogian la claridad y la efectividad de las explicaciones recibidas durante el curso.