En el marco de la celebración por los 65 años del Reactor Nuclear de Investigación RA-1 el personal actual de la instalación organizó un festejo, recorriendo a través de diferentes relatos sus comienzos, su trayectoria y su presente. En el evento, la Dra. Adriana Serquis, presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) dio comienzo a la jornada destacando la importancia del RA-1 para el desarrollo del sistema nuclear de Argentina y Latinoamérica.
En el trascurso de la jornada intervinieron autoridades del sector, antiguos miembros del personal del reactor y jóvenes que se inician en las actividades nucleares.
En las voces de algunos de los protagonistas de original iniciativa y puesta en marcha del RA-1, el Centro Atómico Constituyentes (CAC) les rindió homenaje y fue testigo de anécdotas, recuerdos y reflexiones sobre el hito que significó para el desarrollo tecnológico y científico nacional, la construcción de sus instalaciones.
Entre las distintas oradoras estuvo presente Ana María Lerner, secretaria académica del Instituto de Tecnología Nuclear Dan Beninson (IDB). En el panel de Científicas y Técnicas Argentinas, Lerner contó su historia alrededor de la ciencia nuclear, CNEA, el RA-1 y subrayó la importancia de la participación de mujeres dentro del ámbito nuclear.
También, Adrián Daoud, responsable académico, director de la Tecnicatura Universitaria en Aplicaciones Nucleares y coordinador de cursos del IDB, compartió historias de su paso por el reactor. Destacó la importancia que el reactor RA-1 tiene para la formación de recursos humanos, no solo los de su propio plantel, sino también para los estudiantes del IDB, quienes tienen la posibilidad de realizar actividades teórico-prácticas en esa instalación.
La propuesta de contar con un reactor nuclear en 1958 en el país fue un objetivo ambicioso, que logró concretarse gracias al esfuerzo de técnicos y científicos argentinos. La experiencia adquirida por varios de ellos fuera del país y la convicción de poder dar paso a un proyecto sin precedentes contribuyó a convertir a Argentina en pionera del hemisferio sur.
El RA-1 lleva adelante un trabajo indispensable tanto para la formación de recursos humanos como para la investigación que se realiza en él, en vínculo permanente con el resto de los sectores de ciencia y tecnología nuclear, como lo soñaron alguna vez los que fueron parte de la historia desde sus comienzos.
El Dr. Diego Hurtado, vicepresidente de la CNEA, cerró el acto de festejo resumiendo el marco que permitió que el desafío de tener un reactor en el país se hiciera realidad.