Catalina Carabajal, María Jose Cervantes y Soledad Garraza constituyen la primera promoción de graduadas de la carrera de Ingeniería nuclear con orientación en aplicaciones del Instituto Beninson.

El día 20 de julio expusieron sus trabajos finales ante los miembros del jurado evaluador, en el Centro Atómico Ezeiza. Estaban presentes también  autoridades del instituto, docentes y alumnos de la carrera. Entre ellos, la Decana Carla Notari, la Secretaria Académica Ana María Lerner, el director de la carrera Pablo Vizcaíno y los directores de cada uno de los trabajos finales, Daniel Vega, Roberto Hilal y Aureliano Tartaglione. El jurado evaluador estuvo  compuesto por las licenciadas Anahí Ottaviani y Constanza Buioli, el ingeniero Facundo Boschetti y la bioingeniera Jesuana Aizcorbe, quien, conjuntamente con el ingeniero Ricardo Ramos, son los dos coordinadores de la carrera. Las estudiantes presentaron sus excelentes trabajos finales con mucha emoción.

Las tres flamantes ingenieras nos contaron qué significó para ellas la carrera, y nos brindaron algunos consejos para los estudiantes ingresantes:

 

¿Qué significa para ustedes como primeras egresadas el hecho de que sean todas mujeres?

Las ingenieras respondieron por separado: Soledad da por hecho que puede incentivar a más chicas a interesarse en las ingenierías en general, y en la Ingeniería nuclear con orientación en aplicaciones en particular.

María José se entusiasma y piensa que no es casual el hecho de que las tres primeras egresadas sean mujeres, que tiene que ver con el contexto actual y es un fiel reflejo de la sociedad que se encuentra cambiando en cuanto al  lugar que están ganando las mujeres en todos los ámbitos en busca de la equidad.

Catalina coincide y cree que es importante romper las barreras sociales que existen hoy en día para la mujer en general. Considera que es un ejemplo para motivar a las demás demostrando que estamos a la par de los hombres en cuanto al campo laboral.

 

¿Cómo equilibraron los tiempos con respecto a la carrera y su vida personal?

Soledad nos cuenta que en su caso en particular fue complejo ya que es mamá de dos hijas, así que tuvo que coordinar todas sus responsabilidades, siendo de mucha ayuda el formato muy ordenado de horarios de las materias junto con los micros para los estudiantes y empleados que las llevan al instituto en Ezeiza.

 

¿Cómo se sintieron en el instituto en estos años?

María José destaca que en el instituto se vive un ambiente muy cálido tanto por los que son parte del personal del Beninson como por los compañeros, lo cual hace que ir a estudiar sea como estar en casa, donde la única preocupación es aprender.

…”En el instituto están todas las condiciones para que estudiar sea placentero, contamos con computadoras, pc, aula de estudio, pizarrón, libros y un plantel docente de alta calidad ya que son profesionales de excelencia y que trabajan a diario en las asignaturas que dictan, la mayoría de ellos dentro del mismo centro atómico; además muchos de ellos son jóvenes lo cual hace que la comunicación con los alumnos sea más cercana. Las clases son muy personalizadas generando un estrecho y fluido vínculo entre los profesores y los alumnos con el único objetivo de aprender. Además utilizar los laboratorios durante el aprendizaje y realizar pasantías en los distintos grupos del centro atómico, es sumamente enriquecedor”…

Para Soledad fue una excelente experiencia, se sintió muy acompañada por el personal del instituto, y por el hecho de conocerse todos al ser grupos reducidos. Afirma que aprendió muchísimo.

Catalina comparte la idea de ambas, sintiéndolo como un segundo hogar por el ambiente contenedor y el personal que está siempre dispuesto a brindar su ayuda para cualquier asunto.

 

¿Cuál fue su asignatura preferida?

Las ingenieras aseguran que todas las materias les gustaron.

Soledad y María José distinguen a la de Física Nuclear porque es la base de todo lo que se va a ver en la carrera, pasando por las aplicaciones en medicina e industria hasta los reactores y  la producción de radioisótopos. También “Física de reactores y centrales nucleares” junto con “Aplicaciones médicas”. Finalmente “Diseño de instalaciones nucleares” y “Radiofarmacia” fueron las preferidas de Catalina.

 

El primer objetivo profesional

Las tres optaron por caminos diferentes pero complementarios; Soledad refiere que se unirá al instituto como ayudante en la materia Física Nuclear en la carrera.

María José quiere seguir relacionada con el Centro Atómico Ezeiza, con una oportunidad laboral que le propusieron para retribuir, según sus palabras, la formación que recibió.

Catalina viajará a Francia por un intercambio de estudio en la “Ecole nationale supérieure de physique, électronique, matériaux (PHELMA)” perteneciente al  “Grenoble INP Institut d’ingénierie” de la Universidad de Grenoble Alpes, Francia, para luego continuar con un doctorado; ella adhiere a la idea de que la capacitación continua es parte de la vida profesional de un ingeniero, puesto que la tecnología avanza y es un compromiso profesional estar a la par, para tener un camino a la excelencia.

 

Sobre la experiencia total en los años recorridos de la carrera

Todas concuerdan con que el balance fue muy positivo de tres años intensos y de mucho aprendizaje en todo sentido, más allá de lo académico.

 

¿Que les dirían a los alumnos que ingresan?

Soledad piensa y remarca la importancia de aprovechar la oportunidad de cursar becados en la carrera, teniendo acceso a la universidad pública y recibiendo una mensualidad por el estudio.

Para María José es un desafío muy lindo y gratificante, y asegura que están dadas todas las condiciones para poder llevarlo a cabo, que si bien es un esfuerzo muy grande la formación es muy sólida.

Catalina finaliza con que lo importante es no bajar los brazos y perseverar. El ritmo a lo largo de la carrera es arduo pero la recompensa final es inimaginable, abriendo un mundo de posibilidades.

 

¿Desean agregar algo más?

Soledad en particular quiere reconocer el apoyo recibido por el Doctor Daniel Vega, su director de tesis, quién la guió en su proceso y en la experiencia de laboratorio.

Las tres ingenieras nucleares ya egresadas agradecen a todos los que hacen el instituto, a la decana Carla Notari, a la secretaria académica Ana María Lerner, al director de la carrera Pablo Vizcaino, a Jesuana Aizcorbe y muy especialmente a Ricardo Ramos, así como también a quienes las acompañaron siempre dentro y fuera del ámbito académico.

Catalina además destaca el acompañamiento de todos los docentes y personal del instituto y asegura que sin la contención de su familia y su novio tampoco para ella hubiera sido posible.

Todos los que formamos el instituto ¡Felicitamos a las nuevas graduadas! El Beninson se enorgullece de tener este trío de flamantes ingenieras, las primeras egresadas de la carrera, que culminaron su formación luciéndose con su trabajo final, a la vez que destaca la importancia de este acontecimiento como parte de la contribución de todas las instituciones académicas de ciencia y tecnología dedicadas a la formación de nuevos especialistas en nuestro país.