La muestra invita a redescubrir el vínculo entre arte, ciencia y tecnología a través del vidrio de uranio, un material que marcó los orígenes de la radioquímica y la historia del diseño. Se presenta en el marco de las celebraciones institucionales del Instituto Dan Beninson.
Un recorrido entre arte, ciencia y energía
El Instituto Dan Beninson (IDB) presenta la exposición “Bajo otra luz: vidrio de uranio”, una muestra artística y científica única que forma parte de las actividades conmemorativas por los 10 años de la carrera de Ingeniería Nuclear con orientación en Aplicaciones y en el camino hacia los 20 años de trayectoria del Instituto.
Compuesta por una selección de piezas de vidrio que contienen uranio en su composición, la exposición revela un fenómeno sorprendente: bajo luz ultravioleta, estos objetos emiten una característica fluorescencia verdosa, que da nombre a la muestra y despierta la curiosidad de quienes la visitan.
Contexto histórico y científico
El uranio, elemento natural más pesado de la tabla periódica (número atómico 92), fue descubierto por el químico alemán Martin Heinrich Klaproth en 1798.
Su primer uso documentado se dio en la coloración del vidrio en la región de Bohemia (actual República Checa) hacia 1830. Desde entonces, países como Checoslovaquia, Alemania, Francia, Inglaterra e Italia desarrollaron una importante industria vidriera basada en este material.
Las piezas de vidrio de uranio alcanzaron gran popularidad entre 1850 y 1940, acompañando los estilos Art Nouveau y Art Déco, y se convirtieron en un símbolo de innovación estética y técnica.
Un dato histórico destaca su relevancia científica: de la mina de Joachimsthal, que proveía uranio a las fábricas de vidrio, Marie Curie obtuvo el material que la condujo al descubrimiento del Polonio y el Radio en 1898, marcando así el inicio de la Radioquímica y de la era atómica.
Vínculo con la historia nuclear argentina
Entre las piezas expuestas se encuentra un objeto de especial valor histórico para la ciencia argentina: una pieza fabricada en la década de 1960 por La Cristalería Querandí, la única en el país que realizó ensayos con vidrio de uranio.
El óxido de uranio utilizado en su producción fue provisto por el Centro Atómico Ezeiza (CNEA), que en aquel momento trabajaba en el desarrollo de tecnologías de vitrificación de residuos radiactivos.
Esta colaboración marcó un punto de encuentro entre el arte y la investigación aplicada, y refuerza la conexión entre la historia del diseño nacional y la innovación tecnológica impulsada por la CNEA y el IDB.
Visitas y detalles de la muestra
Muestra: Bajo otra luz: vidrio de uranio
Lugar: Edificio II del Instituto Dan Beninson
Período: Hasta el 06 de noviembre
Horario de visita: de 10 a 12 y de 14 a 16 h
La exposición invita a mirar la historia del uranio desde otra perspectiva, poniendo en valor el diálogo entre la cultura, la investigación científica y el legado educativo del Instituto Dan Beninson.
